#008 – Masturbación (a falta de pan…)

Advertencia: voy con más de lo mismo: este artículo es netamente informativo, nada de lo que leas aquí debe parecerte novedad. La masturbación (quieras o no) es parte de la sexualidad de la especie humana, sin embargo, estamos empeñados en ocultar cosas como esta para “sabrá Dios qué”. Sé que hay personas que no la apoyan y respeto su decisión pero, no se puede tapar el sol con un dedo, el hecho de que no te guste o no la apoyes, no quiere decir que no existe. Y a los chamines que van a leer esto (sea cual sea el motivo), les repito lo de siempre: ya esto lo conocen, solo que de la manera pornográfica (más que todo los videítos que tienen en los celulares y el bendito perreo), por favor, si no tienes la capacidad mental/intelectual, o sea, la madurez para entender este montón de palabras, cierra esta página y ahórrame pasar un momento de arr… rabia. Gracias.

Bueh… por votación de la mayoría, voy a hablar sobre uno de los muchos temas simples que la gente se empeña en complicarme: La masturbación. Al principio había perdido el rumbo de esta cosa y, bueh… terminé escribiendo estupideces que al final fueron desechadas por mi inconformidad. Luego de haber malgastado muchos miles de caracteres, decidí no escribir esa parte científica de la masturbación que todos conseguimos en los libros; estemos claros, no tengo la capacidad para escribir tanta información sin terminar aburriendo a los (pocos pero buenos) lectores que (gracias a Dios) invierten su tiempo aquí, así que…

La masturbación es una técnica milenaria (rayos, debo dejar de ver tanto animé) empleada por muchos seres humanos para disfrutar del goce sexual sin que haya nadie que “ayude”. Esta técnica, además de ayudar a quien la practique a disfrutar de un buen orgasmo, sirve para que quien la practique vaya conociendo su mapa erógeno (recuerda que nadie conocerá nunca tu cuerpo mejor que tú).

La edad promedio (según mi encuesta) en que los chamaquines (y no tanto) empiezan a “toquetearse” cuando nadie los ve (o tal vez sí) varía. En las chicas es alrededor de los 12~17 años y en los varones desde los 13~16. Esto desmiente el mito de que los niños se masturban antes que las niñas y que estas no se tocan (por favor, si supieran, jajaja), de hecho, según análisis, las mujeres y hombres se masturban casi con la misma frecuencia (aunque no lo creas). ¡Ah! Y no solo los adolescentes son los que “jorungan”, es algo raro pero, incluso en la adultez madura (o sea, después de los 30), hay quienes no abandonan a Manuela; no es que no estén teniendo una vida sexual plena, sino que… ummm… “siempre volvemos a París”. No sería raro que los padres de más de uno se echen su solitario de vez en cuando.

En nuestra cultura (llena de tabúes contradictorios) se nos enseña que la masturbación es un acto maligno (según la leyenda llanera a los varones le salen pelos en la mano, y las niñas se quedan bizcas y/o locas, ¿qué tal?), esto obviamente es lo que es: un mito. Aunque no puedo negar que según la Biblia, es pecado.
La masturbación tiene sus ventajas: sirve como desestresante natural (el orgasmo libera endorfinas que, según los buhoneros que venden chocolates en las camioneticas, relajan como no tienes una idea, o tal vez sí la tengas, jejeje), aparte es el perfecto juego sexual para un buen preámbulo (o si ya el chamo eyaculó y su chica/chico quiere más) o incluso, si no tienes condones (o las pepas, o lo que sea) y eres lo suficientemente inteligente como para no arriesgarte a montar (o que te monten) una barriga y/o evitar una buena ETS (Enfermedad de Transmisión Sexual) pero tienes muchas ganitas (o sea, un buen verano), los juegos de manos (en pareja) son siempre bienvenidos y entretenidos (muy sexys).

Se dice que las personas que se “tocan” pierden vida social (porque se empepan con la mano) pero resulta que no es así, al contrario, son los que no tienen casi vida social los que se enfrascan en sus fieles amigas (las manos) porque no tienen a nadie más. Aquí hago una pausa para explicar: yo soy visitante recurrente de Manuela, de hecho, la conocí a mis 13 añitos (es una anécdota bien cómica, tal vez la cuente al final) y, bueh… ella fue mi pana hasta los 16, la visitaba a diario (jijiji) porque no tenía a quien más (yo era un sometido, más que ahora, y no tenía amigos, novia, ni siquiera un perro o un gato porque se me morían, jejeje), sin embargo, cuando me mudé pa’ Caracas, empecé a moverme, conocer gente y… Manuelita empezó a perder prioridad, ya estaba dejando de ser mi excusa para no sentirme solito y abandonado (disculpen el drama, pero es así), todavía la visito de vez cuando porque es la única novia/amiga (jajaja, me encanta ser metafórico, o lo que sea) que nunca me abandona, pero no es tan seguido como antes (¡Aaaah! Qué tiempos aquellos, jajaja).

¡Oh! Ahora viene la parte grafica (¡Buahahahaha!), a ver, ¿Cómo se masturban los chicos y las chicas? Ummm… me da penita, jejeje, pero bueh… primero un poco de historia: en el siglo pasado (más o menos al principio), la masturbación era terreno desconocido (o sea, todos sabían que era, pero como le temían a la inquisición…) y se pensaba que era una enfermedad. A los chamaquines que eran encontrados con las manos en el bojote le aplicaban remedios extraños (en realidad diabólicos) para ver si se les curaba de este mal (y más que la electricidad era el último grito de la moda, muchos se llevaron sus buenos voltajazos). Hubo médicos que crearon máquinas maravillosas que aseguraban quitarle el estrés a las mujeres si se masajeaba el área pélvica con ellos (estos fueron los primeros consoladores, pero todavía no se le había ocurrido a nadie pensar en eso, recuerda que en aquella época se manejaba la hipótesis de que las chicas no sentían el orgasmo y por ende no se tocaban; eso era solo medicina alternativa, jijiji). Hasta hubo un tipo que creó la medicina anti-masturbación más usada de todos los tiempos… ¿Sabías que ese cereal que te comes en las mañanas, ese que tiene un gallo verde todo sicodélico… fue creado con fines medicinales? ¿Nooo? pues síp, el pana William Keith Kellogg (pe’azo ‘e nombre), creó el “Corn Flakes de Kellogg’s” como medicina alternativa para evitar que los niños se tocaran (cada vez que te pegara un impulso, te servías un plato y ¡Zuas! se te quitaba todo, todito). Bueh… ahora si voy con los detallitos manuales

En el caso de los varoncitos, lo más común es rodear el pene con la mano (¿Qué sería de nosotros sin los pulgares oponibles?) y hacer movimientos de “arriba-abajo”, hay quienes no rodean tooodo el pene sino que colocan los dedos índice y medio debajo del frenillo y el pulgar en sobre el bordecito del glande y aplican el mismo movimiento (me incluyo, jejeje); algunos usan ambas manos (ni idea de cómo será) y otros se acarician su cosita con una mano mientras que con la otra le hacen cariñitos a los testículos (u otras partecitas del cuerpo, como por ejemplo, los pezones o el área perianal). Los chicos incircuncisos no necesitamos usar lubricante porque el prepucio elimina la irritación que causaría el roce directo en el frenillo (¡Esa cosa se irrita de la nada y arde como no tienes una idea!), aunque hay quienes los usan para añadir una sensación diferente (por ejemplo los que dan calorcito; o si no tienen nada de eso, usan la salivita, jajaja). ¡Ah! y no olvidemos la cantidad de artefactos que hay para que los chicos se masturben: muñecas inflables, vaginas artificiales, bombas de vacío (ni se les ocurra usar una aspiradora como el chamo de “Scary movie” porque se van a llevar un buen susto, jejeje) o un vibrador para usarlo en el frenillo ¡Ah! Y no podía dejar de mencionar las películas pornográficas (jijiji). Hay muchos más jugueticos, pero otro día me concentraré en eso. Aunque parezca vergonzoso, el orgasmo casi siempre llega a los cinco minutos (yo los cuento a veces) porque la estimulación es tal cual uno quiere, pero obvio que hay truquitos para durar más antes de eyacular (el más sencillo: pones pausa antes de que no puedas aguantar, esperas un ratico, y “Play again!”, jejeje).

Las niñas, en su mayoría (un 98%) se masturban acariciando su clítoris, otras usan el estimulo vaginal introduciendo sus deditos (uno, dos, tres o los que quepan), consoladores, vibradores o jugueticos (o cualquier objeto que tenga forma fálica) pero eso de meterse cositas es algo minoritario (a pesar de que las porno muestran lo contrario) porque la mayoría de las terminaciones nerviosas se encuentran ese botoncito (el clítoris, pues). La estimulación clitoriana es parecida a la del hombre, o sea, mayormente dan masajes al capuchón (que sería el prepucio del clítoris) porque para algunas, masajearse el clítoris directamente (el glande) causa dolor (obvio, es una cosita tan sensible ¡Ah! Y algo así se siente la irritación del frenillo, para que las chicas tengan una idea). Es común lubricarse los dedos (introduciéndolos en la vagina, por ejemplo) para suavizar el contacto que pueda haber con el clítoris y así extender su humedad. La cantidad de orgasmos que pueda tener una chica varia, a pesar de sus capacidades pluri-poli-multi-hiper-orgásmicas (al cuadrado), muchas se conforman con uno solito pero se entretienen por muuucho tiempo antes de “acabar”, incluso hay quienes sobrepasan los 30 minutos (que envidia vale, pero bueh…).

Lo interesante de las mujeres, es que tienen muchas maneras de masturbarse, o sea, a pesar de que el mejor orgasmo es el clitoriano (sin duda alguna), también lo consiguen solo contrayendo los músculos pélvicos (o sea, es el mismo afloja-aprieta que usan para orinar y, de hecho, eso ejercita esos músculos, casi que abdominales, jajaja; esos ejercicios son muy recomendados, luego les digo por qué), hay quienes usan un chorro de agua (de la ducha o de una manguera), otras se frotan contra una almohada, en fin… no son como nosotros los varoncitos que solo tenemos a la zurda y su hermanita, jijiji.

Cómo pudiste ver, entre cada género (masculino y femenino) hay maneras diferentes de hacerse cosquillitas pero, como también notaste (eso espero) todos esos caminos conducen a Roma. No es obligatorio que tengas experiencia en eso de la masturbación porque aunque sí, vas a saber de las maravillas del orgasmo y esas cosquillitas, es, como todo en el sexo, una responsabilidad muy importante, no es que por el hecho de que te masturbes vas a ser un veterano (o una veterana) sexual, NO. Eso solo indica que ya empezaste tu vida sexual para ti.

Mi primera vez con Manuela:

Ummm… bueh, soy claro, a pesar de las cositas que escribo, debo decir que soy un chamo inocente de algunas cositas sexuales (casi todo lo que sé lo he aprendido por error) y, bueh… no escribo esto para que digan “¡Oh! Este chamo si es lanza’o” sino para que vean que no soy el único, que no es nada de otro mundo y que, bueh… yo también tuve mi primera vez…

No recuerdo la fecha exacta, pero fue a mis 13 añitos, sé que era miércoles a eso de las 11 y pico de la mañana. Me estaba bañando (como siempre) para ir al liceo (en realidad me bañaba porque el condenado liceo quedaba como a 20 cuadras de mi casa y tenía que ir pie y el agua me daba al menos 3 dados de resistencia al calor; a esa edad no me gustaba bañarme). Acicalaba mi cuerpo como de costumbre (jajaja, solo me enjabonaba lo importante: las axilas, los brazos y mi entrepiernas; a las exilas les tomé importancia porque en 7mo grado medio mal sudor en plena clase y hasta el director me agarró de sopita tooodo el día). Todo era normal, casi normal… mientras me enjabonaba mi cosito (con jabón las llaves porque del otro solo quedaba una conchita), noté sensaciones raras, se sentían rico (muuuy ricooo).

Ni idea de que era (en serio no tenía idea). Seguí como si nada. Aunque por alguna extraña razón me estaba concentrando mucho en mi glande. Cada vez se sentía mejor, y mejor, y mejor, y… ¡Ñieerrr! Casi me voy de boca (no sabía que a uno se le adormecían las rodillas, jajaja; y como el piso estaba resbaloso)… cuando me recupero del susto, siento algo raro en mi manita derecha, veo la mano, veo mi coso, veo la mano, veo hacia el frente… ¡La mamá! Me hice la paj… (Jajaja, eso fue lo primero que pensé). La culpa se apoderaba de mí, duré varios minutos debajo de la regadera a ver si con el agua se iban mis pecados, pero sucumbí ante la tentación porque quince minutos después, ya estaba de nuevo con quien se convertiría en mi mejor compañía durante mucho tiempo… mi Manuelita (es más, ese día ni fui a clases), solo estaba pendiente de disfrutar de esas cositas que solo mis manitas podían expresarme.

¡Al fin terminéee! Este es el artículo que me ha puesto a leer más. Para más y mejor información, busquen en Wikipedia, o en cualquier página de educación sexual. Espero que les guste este artículo. Empecé a escribirlo el 11 de Mayo y terminé ahorita (o sea, el Miércoles, 04 de Junio de 2008 a las 2:45 p.m. [GMT –4:30]). Ahorita estoy en la sala de la Internet de la universidad). Saludos a todos. Actualizado el Miércoles, 18 de Junio de 2008 a las 11:02 p.m. Ahorita estoy en los Naranjos y pasando hambre porque lo que cociné ayer se puso malo y no tengo más comida. ¡Tengo haaambreee!

Comentarios

  1. ehhh.. bueh como cosas rara nose que decir!!! (eso es normaal en mi!! jiji tu sabes cual es mi opinion de estoo jiji pero sin embargo me encanto, encanto y encanto ahmmm y te quiero pero te quiero raro

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  2. Hooolaaa Vidalito!!!! jejeje que mas men!!! me gusto tu articulo, esta bien fino... Chamo!!! voy a tener que desayunar con cereal jejeje :) Hablamos!!

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  3. wow te quedo muy bie no pues esperar para tu proximo blog queidate xox

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  4. Holaaa!! Me alegra que existan personas como tu que tienen la capacidad de ver las cosas en un sentido más amplio. Todos estamos regidos por ciertos patrones de la sociedad que al fin y al cabo lo que hacen es crearnos un estado de desequilibrio psicológico, es decir, andamos con el ¿Qué dirán de mi? ¿Lo que hago estará bueno o malo?, muchas veces no nos permitimos tomar nuestras propias decisiones sino, seguir esas ideas (o como las quieran llamar) que imponen los demás sobre nosotros y eso no nos hace únicos.

    Te felicito por todos tus escritos, son temas muy interesantes y que les has sabido dar buen uso y sentido. Por cierto, me gustaría poder ver este blog con un articulo sobre "la metrosexuliadad" porque es un tema que tiene mucho de que hablar y sobre todo en esta nueva moda de los zarcillos masculinos.

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  5. Me ha gustado mucho tu artículo. No me imagino la vida sin masturbación, no creo que haya una edad final. Obviamente con 50 años no lo harás tanto, pero estoy seguro de que también lo practicarás.

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